¿Natural significa sano?

¿Natural significa sano?

Generalmente entendemos que todo aquello ecológico es más sano porque ha recibido menos transformaciones, y porque no está compuesto de una larga lista de productos que no sabemos si quiera qué son. Cuando buscamos productos sanos, esperamos encontrarnos en su composición, conservantes naturales como la sal, el aceite o el vinagre. Pensamos que si todo lo que llevan es natural seguro que serán sanos. Pero ¿es realmente así? 

Si ahondamos un poquito en las etiquetas de los productos descubriremos un sinfín de detalles que pueden cambiar nuestra percepción de lo natural. Bajo la etiqueta de "natural" se engloban productos que no por ser naturales son exactamente lo que nos imaginamos. ¿Sabes de lo que están hechos los aromas naturales? Que un producto lleve aroma natural de fresa, por ejemplo, no significa que lleve un extracto de fresa en su composición, sino que le han añadido un aroma que parece fresa pero que puede venir de otro elemento natural. Parece ser que uno de los productos naturales que añade a un alimento sabor u olor a fresa es la corteza de árbol. 

Y yo me pregunto, por muy natural que sea, ¿es bueno para el ser humano comer corteza de árbol? En las dosis en las que tomamos ciertos alimentos, seguramente no nos provocará ninguna reacción. Si se permite su uso, suponemos que es porque se han realizado los test necesarios. No puede haber nada más natural que un árbol ¿verdad? Aún así, yo preferiría no comer corteza de árbol, o al menos, poder elegir el hacerlo o no.

¿Sabías que los fabricantes no están obligados a nombrar todo lo que lleva un producto? Sólo deben nombrar los ingredientes principales. Algunos componentes o ingredientes no son especificados por su proporción baja en el producto final. Pero eso no significa que no estén allí. De ahí que, con el aumento de las alergias entre la población, cada vez más fabricantes utilicen frases como esta: "Puede contener trazas de...". Por lo que resulta muy difícil evitar productos innecesarios en nuestro organismo o en nuestra casa.

¿Y qué pasa por ejemplo con las pinturas y los barnices? Nos preocupamos mucho de comer sano o de ir al trabajo en bici para no contaminar. En cambio, muchos nos olvidamos de nuestros principios cuando amueblamos o pintamos nuestra casa. En cambio, los barnices de los muebles y las pinturas con las que alegramos nuestras paredes, llevan una serie de componentes que se van evaporando poco a poco, con el paso del tiempo. Al principio notamos un cierto olor y quizás abrimos las ventanas. Pero con el tiempo, el olor se diluye y nos olvidamos del tema. En cambio, los vapores siguen allí. Quizás deberíamos elegir los muebles o pinturas por sus componentes y no sólo por su estética.

Pero ¡ojo! con esto no digo que utilizando pinturas o muebles fabricados con productos naturales estemos evitando todo tipo de gases. Al igual que sucede con los conservantes en la comida, las pinturas y barnices necesitan ciertos componentes, para conseguir la textura, el color o la adherencia deseados. Por eso, toda pintura llevará productos, que aún siendo naturales, emiten ciertos vapores. Quizás en menos proporción, pero ahí están.

Cuidarse es un trabajo duro. Deberíamos informarnos bien sobre todos los componentes de un material o alimento, y estar dispuestos a perder algo de comodidad o de libertad de elección. Si no, siempre tendremos en nuestro entorno una cierta contaminación. Además, ¿cuál es la diferencia entre un material natural o no natural? El grado de manipulación. Porque en realidad, si lo piensas bien, todo, absolutamente todo lo que hay en este Mundo, sale de la Naturaleza. 

Así que natural o no, manipulado o no, lo importante es saber cómo un producto nos afecta. La Tierra está llena de fenómenos que nos influyen y no todos están manipulados por el hombre. Hay personas sensibles a la luz, por lo que no les sienta nada bien algo tan natural como la luz del Sol. Otros son sensibles al magnetismo de la Tierra, por lo que pueden desarrollar problemas de sueño. Os invito pues a que reflexionéis sobre la diferencia entre natural y sano, puede que veáis las cosas de otro modo...

Bueno, espero haberte servido de ayuda. Ya sabes que puedes escribirme para lo que quieras. Muchas gracias por tu tiempo. Un abrazo y ¡hasta pronto!

La Luo Pan ¿vale la pena tener una?

La Luo Pan ¿vale la pena tener una?

Cuando profundizamos en el estudio del Feng Shui, llega un momento en el que nos planteamos si comprarnos o no una Luo Pan. Todo consultor de Feng Shui tiene una. Y todo profesor te hablará maravillas de este objeto. Pero, ¿vale la pena tener uno?

Una Luo Pan es un utensilio muy preciado en el estudio del Feng Shui. Se trata de una brújula, una aguja colocada en el centro de una superficie giratoria, que marca los grados. Pero además lleva una serie de símbolos chinos que nos aportan información sobre cada orientación magnética y sobre las fórmulas que se usan en Feng Shui.

Todas las Luo Pan tienen, además de aguja y grados, un cruce de hilos rojos que facilitan la lectura, y una serie de anillos, uno por cada fórmula. Cuanta más información colocan en ella, mayor es su tamaño y su peso. El peso da estabilidad y por lo tanto fiabilidad a la lectura.

Como ves, aparentemente es muy útil. Porque cuando vamos a la fachada o puerta de la casa, a medir los grados para conocer la orientación, en ese mismo instante, ya podemos ver si la casa tiene mejor o peor Feng Shui. Pero claro, para que esta inmediatez se dé, debes conocer el significado de cada símbolo.

Lo que ocurre en realidad es que las Luo Pan son fabricadas por artesanos chinos sobre pedido. Cada Maestro encarga las suyas con las fórmulas que usa. Las escuelas y Grandes Maestros, venden a sus alumnos esta herramienta porque lleva las fórmulas que les enseñan. Para que sea realmente amortizable, la Luo Pan que compres, debe tener las fórmulas que conoces.

También debes saber que muchos Grandes Maestros crean las Luo Pan con algunas fórmulas que no dan a sus alumnos (en la cultura china, uno tiene que ganarse con esfuerzo y tesón ciertas informaciones. Sólo algunos alumnos aventajados o ex alumnos que evolucionan, pueden tenerlas). Por lo que a veces, compramos una Luo Pan de la que podemos utilizar quizás un 50% de la información.

Además tenemos que tener la suerte de que nos expliquen los anillos. Algunos Maestros no lo hacen porque así, somos nosotros los que estudiamos y nos familiarizamos con la herramienta. Con lo cual, podemos encontrarnos con un objeto en las manos, caro y preciado, pero que no nos sirve para nada.

Entonces ¿vale la pena comprar una Luo Pan? Mi consejo es que sólo la compréis si estáis seguros de usarla y si conocéis la información que lleva. Si dudas en comprarla, piensa que no es imprescindible. Puedes usar una buena brújula que marque cada uno de los 360º, y consultar tus fórmulas en casa o en la oficina. El resultado será el mismo.

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El Yin-Yang o Tai Ji: su significado y posición

El Yin-Yang o Tai Ji: su significado y posición

El Tai Ji no es más que lo que en Occidente conocemos como el Yin-Yang. Es un símbolo que representa una manera de ver el Mundo y la Vida. Concebir el Mundo como un Todo en constante movimiento. La fluctuación lleva a cambios que conllevan un nuevo equilibrio entre las partes. Por eso su símbolo denota un cierto movimiento. Si nos lo imaginamos rotando vemos cómo en cada punto el equilibrio es distinto, cambia, pero que el Todo sigue siendo el mismo.

Seguramente ya sabes que el Tai Ji o Yin-Yang está formado de dos partes que representan lo yin y lo yang, y que en cada una de ellas hay un punto de su opuesto. Un punto de yin en la parte yang, e igualmente un punto de yang en la parte yin. Esto significa que en cualquier situación, lugar o cosa siempre hay una parte con la naturaleza de su opuesto. Por ejemplo, el hombre es yang y la mujer yin, pero el hombre tiene en su interior sensibilidad (característica yin) y la mujer, fortaleza (característica yang).

Por otro lado, según esta manera de entender el Todo, cuando lo yin o lo yang llegan a su punto máximo, se convierten en su opuesto. Si observamos el símbolo veremos que la parte más amplia de cada lado se une a la parte más mínima de su opuesto. Por eso en la cultura china el exceso de yin puede llevar a lo yang y el exceso de yang puede llegar a lo yin. Es como el caso de algunas personas que luchan contra su timidez con una profesión expuesta a los flashes o siendo muy sociables.

El Tai Ji también puede semejarse al transcurrir de un día. Imagínate que el símbolo es un reloj pero de 24 horas. Imagina que las 12 de la noche están en el punto más bajo y las doce del mediodía arriba. Imagina que la parte más clara del Yin-Yang es el movimiento del sol, que despierta lentamente al amanecer, toma su punto álgido al mediodía y cuando empieza a caer, llega la noche (la parte oscura del Yin-Yang) la que surge lentamente, hasta llegar a la noche más cerrada, cuando la completa oscuridad deja paso al siguiente día.

Podemos ver la misma similitud con el paso de las estaciones. El invierno estaría representado en la parte baja donde lo oscuro es más fuerte y la parte clara es más débil, como los rayos del Sol. Luego evoluciona hacia la primavera, con días más largos y creciendo la intensidad del astro. Llegados al verano, el sol calienta al máximo pero los días empiezan a acortarse. Está llegando la parte yin. Y poco a poco el sol calienta cada vez menos para dejar paso a jornadas más cortas y noches más largas. Es la llegada del otoño. Y pronto volveremos a estar en pleno invierno donde lo yin predomina.

Como ves, el Yin-Yang no se puede colocar de cualquier manera. Su posición correcta es ésta. Los chinos representan el Sur siempre en la parte alta y el Norte en la parte baja. Teniendo en cuenta que lo yang es claro y lo yin oscuro, la parte negra o de colores debe ir abajo y la clara arriba. Y como sabemos que el símbolo sigue este movimiento del Sol o de las agujas del reloj, no se puede colocar con la parte ancha de lo yang arriba a la derecha y la parte ancha de lo yin abajo a la izquierda. Sería como representar el Mundo con el Sol amaneciendo por el Oeste.

El Tai Ji es una figura simple y a su vez muy compleja. De tan sencilla, tiene mil significados. Y esa es su función, enseñarnos que nada es blanco o negro, que nada es lo que parece a primera vista. Que la observación profunda nos muestra muchas otras posibilidades.

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